Filariosis Cánica

Filariosis Cánica

¿Qué es la Filariosis Cánica?

La dirofilariosis (también conocida como la filariosis o la enfermedad del gusano del corazón) es una enfermedad parasitaria que afecta sobretodo a los cánidos y más específicamente a nuestro perro.
Está causada por gusanos adultos de la familia de los Nematodos y del género Dirofilaria. En España existen dos tipos de gravedad diferente:

  • Dirofilaria immitis
  • Dirofilaria repens

Transmisión

El mosquito transmite el parásito (llamado filaria o gusano de corazón) de un perro enfermo a otro sano.
Una simple picadura de mosquito puede infectar a un animal sano.
En el animal enfermo, las larvas (microfilarias) de ambas formas de filariosis son liberadas por los gusanos adultos directamente en el torrente sanguineo.
Los mosquitos ingieren las larvas cuando pican a un animal infectado.
Una vez ingeridas, las formas larvales viven en el interior del mosquito donde se desarrollan en larvas infestantes.
A partir de éste momento el mosquito transmite las larvas cuando pica a un animal sano.
Una vez en el perro, las larvas empiezan su recorrido hacia la ubicación definitiva donde alcanzarán la forma adulta y empiezan a reproducirse, empezando un nuevo ciclo de vida.

 

 

Ciclo de vida

¿Cómo es el ciclo de vida de la filaria o gusano del corazón?

El parásito necesita dos hospedadores para reproducir:

  • El mosquito
  • El perro

 

Desarrollo del mosquito
El mosquito, al picar a un perro infestado ingiere, junto con la sangre, las microfilarias o L1 (larva en estadio 1).
En el intestino del mosquito las larvas permanecen aproximadamente un día y pasado ese tiempo emigran a los túbulos de Malpighi (parte del intestino de los mosquitos) donde continúa el desarrollo de las siguientes fases larvarias.
En la primera muda (de L2 a L3) las larvas disminuyen el tamaño y aumentan su grosor (adoptan una forma parecida a una salchicha).
A continuación las larvas emergen a la luz de los túbulos de Malpighi, donde tendrá el posterior desarrollo.
Una vez ha alcanzado la fase larvaria L3 (infestante para el perro), migra a la cavidad bucal.

Desarrollo en el perro

  • Las larvas L3 se inoculan al perro durante la alimentación del mosquito infestado. Penetra activamente desde la herida producida en la piel del animal hasta llegar a un sitio de descanso en el tejido subcutáneo, muscular o grasa.
  • En esta localización muda a L4 (aprox. 2 semanas) y finalmente a L5 después de 80-120 días de la infestación.
  • Aproximadamente a los 3 meses comienza la migración de las formas inmaduras adultas, utilizando la circulación venosa, al ventrículo derecho del corazón, arteria pulmonar y vasos adyacentes.
  • La emisión de microfilarias empieza entre 6 y 7,5 meses después del momento de infestación del perro. Las microfilarias pueden permanecer en la sangre durante varios meses e incluso 2 años.
  • Debido a esta prolongada permanencia de las microfilarias en el circuito sanguíneo del perro, éste debe considerarse “reservorio” de la infestación para los hospedadores intermediarios (mosquito).

 

Síntomas y desarrollo

Los síntomas más frecuentes de la filariosis cardiopulmonar son astenia, dificultades respiratorias, poco apetito y, en los casos más graves, insuficiencia cardiaca y edema pulmonar.

En el perro, la filariosis cardiopulmonar es una enfermedad crónica que, con la persistencia del estímulo parasitario, conduce al deterioro progresivo de diversas funciones orgánicas hasta que, en los casos graves, sobreviene la muerte.

Sin embargo, en caso de baja concentración de parásitos y en el estadio inicial, la enfermedad puede presentarse en forma asintomática. Por ello, es muy importante ir regularmente al veterinario para realizar el test de control.

Un simple análisis realizado en fresco bajo el microscopio permite observar la sangre para comprobar si hay microfilarias. Sin embargo el test serológico ELISA puede diagnosticar mejor la presencia o ausencia de formas adultas.

Para los cachorros que nacen en los meses fríos (o sea cuando no existe peligro de mosquitos), el test no es necesario y, por tanto, es aconsejable empezar con la profilaxis después de que hayan cumplido las 12 semanas de vida.

Evolución

En el caso de Dirofilaria repens, la infestación es escasamente patógena y por lo tanto menos preocupante.

Por el contrario, la infestación de Dirofilaria immitis es claramente más peligrosa, y si no se cura a tiempo puede conllevar consecuencias fatales.

Los parásitos adultos pueden alcanzar un tamaño considerable (más de 30 cm de longitud) hasta tal punto que impiden un desarrollo regular de las funciones cardiacas y, al mismo tiempo, son tóxicos para el hígado y los riñones.

Los síntomas más evidentes son cansancio, tos y adelgazamiento, edema pulmonar e insuficiencia cardiaca

Estos síntomas se agravan cuando el animal hace esfuerzos o ejercicio

Tratamiento

Si se diagnostica la presencia de filarias adultas (gusanos de corazón), el perro deberá ser sometido a un tratamiento lo antes posible, suministrándole un fármaco a base de melarsomina que acabe con el parásito y le impida reproducirse.

Como alternativa, se puede recurrir a una delicadísima operación quirúrgica que sirva para eliminar los parásitos directamente del corazón del perro enfermo.

Prevención

Para los perros que resultan negativos al test serológico existen dos tipos de profilaxis que conllevan tratamientos distintos:

  • un tratamiento inyectable
  • un tratamiento oral

El tratamiento inyectable es el más inmediato y consiste en un único tratamiento a efectuar una vez al año suministrado directamente por el veterinario.

Visite a su veterinario. Una sola inyección es suficiente para acabar con sus preocupaciones.

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